martes, 2 de febrero de 2010

La vida oculta

A continuación datos sobre la nueva novela del escritor Adolfo Macías Huerta, La vida oculta, editada por Editorial El Conejo.

El autor: (Guayaquil 1960), ganador del Premio Nacional Joaquín Gallegos Lara a la mejor obra de 1995, por su libro de cuentos El Examinador. Adolfo Macías ha publicado anteriormente dos novelas: Laberinto junto al mar (Editorial Planeta 2001) y El dios que ríe (Casa de la Cultura Ecuatoriana 2008). Además de su trabajo novelístico, ejerce como asesor creativo en comunicación política y publicidad.

La vida oculta

Adolfo Macías Huerta

Novela
Primera Edición, 2009
124 págs.

La vida ocultaLa vida oculta es una novela que construye un texto futurista que parodia a la sociedad moderna. Mediante una combinación de técnicas narrativas que van desde la nota periodística al ensayo y a la narrativa convencional, La vida oculta nos pone ante el devenir de un cantante y una actriz cuyas vidas se hallan marcadas por el fracaso. Ambos enfrentan, con diferente suerte, la adicción a una misteriosa droga inoculada por insectos en establecimientos administrados por el Estado. Crisis paralelas llevan a ambos personajes a confrontar su pasado y el secreto más turbio de sus existencias, y a iniciar un viaje de muerte-resurrección de resultado imprevisible.


Texto tomado de la página de El Comercio: entrevista a Adolfo Macías Huerta

¿Cómo participó esa idea al componer la novela?

Trabajé en dos niveles, el del mito y el de la realidad. Estos estaban cruzados por una búsqueda del encantamiento y la consiguiente constatación del desencantamiento. El ser humano contemporáneo crea una fantasía como una búsqueda de autoimagen. Quiere vivir una vida imaginaria. Y esa búsqueda de encantamiento supone un desencantamiento, es decir, una experiencia del vacío y una adicción a una imagen emocional.


Ese es el nivel de la realidad. ¿Y el del mito?
En el nivel del mito me planteé la idea de una peste y tomé como referencia a Sófocles. La peste hace que los dioses abandonen el mundo y queda solo materia o la falta de sentido.

¿La divinidad efímera de las drogas?
El drogadicto quiere traer a los dioses de vuelta a la realidad, pero lo hace equivocadamente.

¿Ese desencantamiento tiene que ver con el amor?
Me propuse una historia de amor y una historia de amor imposible, además. Quise que los amantes se conocieran y luego no se pudieran hallar sino hasta el mismo final, en una situación muy particular.

Los personajes están muy bien compuestos ¿Usó modelos de la realidad?
Los personajes sí son más o menos modificaciones de una o varias personas. Tomé experiencias de amigos y amigas y algunas mías también. En el fondo los dos protagonistas se refieren a dos personas que yo conocí.

¿Ubica a su novela dentro de la producción nacional?
Hay una tendencia a la provocación, a la ironía, desde una exploración fantástica de la vida cotidiana. Soy consciente de que mi obra forma parte de esa tendencia (...) Intento trabajarla en buen formato, con estructuras pulidas, con lenguaje trabajado, con mayor oficio literario…